Caza mosquitos: felicidad y satisfacción
“Los caza mosquitos” es un Club de Ciencias de Paysandú que fue premiado por la Fundación Ricaldoni en la 30º Feria Nacional de Clubes de Ciencia. “Me siento feliz y satisfecha”, dijo Natalia Suárez, una de las integrantes del equipo.
El proyecto es desarrollado por diez alumnos del Instituto Tecnológico Superior de Paysandú de la UTU y consiste en la construcción de trampas inteligentes capaces de atrapar a los mosquitos transmisores de la enfermedad leishmaniasis canina, que puede ser mortal en humanos si no se atiende en forma adecuada.
“La idea surgió en 2015 luego de que se confirmara el primer caso de Leishmania en Salto. Desde la Dirección Departamental de Salud evaluaban importar trampas para la captura de insectos, pero desde el Instituto nos ofrecimos a construirlas con los estudiantes, con lo cual se podría abaratar costos y lograr un producto de mejor calidad”, explicó Eduardo Demichelis, quien es profesor y orientador del equipo junto a Bruno Rodríguez.
En 2015, Los Caza Mosquitos construyeron treinta trampas que fueron utilizadas en el trabajo de monitoreo realizado en Salto y Paysandú. “En esa ocasión, fueron colocadas junto con instrumentos de medida, como GPS y termómetros, que reportaron algunos errores en los datos recabados. Por eso, para 2016 nos propusimos crear trampas inteligentes, que suplieran el instrumental de medida y fueran capaces de monitorear de manera permanente las condiciones ambientales, así como enviar esa información a un servidor centralizado, donde queda disponible para su posterior estudio”, explicó Demichelis.
Actualmente, el equipo está abocado a la creación de 15 trampas inteligentes, que serán utilizadas en el monitoreo que la Dirección de Salud de Paysandú realice en el mes de diciembre.
Alto compromiso
Demichelis expresó que gran parte del trabajo se realiza en tiempo extracurricular y resaltó el compromiso de los estudiantes. ”Ya tenemos el software desarrollado y el prototipo funcionando, pero ahora tenemos que imprimir, soldar y ensamblar las trampas, y todo ese trabajo se hace con los chiquilines, pese a que ya terminaron las clases. Están muy comprometidos con la causa y motivados, y con esto de ir a exponer a la Facultad de Ingeniería, mucho más”, explicó.
El premio que la Fundación Ricaldoni otorgó a Los Caza Mosquitos en la categoría Chajá Tecnológica, les permitirá exponer su desarrollo en Ingeniería deMuestra 2017, y les brindará un apoyo económico de 10.000 pesos para solventar gastos generados por esta participación.
“Para mí es muy satisfactorio participar en el proyecto Caza Mosquitos, saber que las trampas están funcionando y que van a ayudar a resolver un problema. Y también es muy agradable que el esfuerzo sea recompensado”, señaló Natalia Suárez, una joven de 16 años que cursa el 2º año de bachillerato en Informática en el Instituto Tecnológico Superior de Paysandú, con respecto al reconocimiento obtenido.