Transformar residuos de pollos en abono para plantas
Wirapitá Tech, iniciativa apoyada por la FJR y seleccionada por Semilla ANDE, busca procesar la cama de pollo hasta convertirla en enmienda orgánica.
La cama de pollo es un material que se genera en el galpón cuando se combinan desechos de estiércol de los animales con paja, cáscaras de arroz, viruta de madera u otros materiales secos.
El proyecto aprobado por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) para ser desarrollado durante un año, y gestionado por la Fundación Julio Ricaldoni (FJR), busca procesar todos esos materiales y transformarlos en un producto para devolver a la tierra como abono para cultivos.
Blas Melissari y Pedro Ferrizo son los fundadores de Wirapitá Tech.
El primero de los integrantes cuenta con experiencia de investigación en el área agro-industrial, y resume con simpatía que siempre ha trabajado entorno a “las plantas, la nutrición y salvar el mundo”.
En tanto, Ferrizo tiene más de diez años de experiencia en el área de elaboración y procesamiento de humus, y siempre se ha desempeñado impulsado por la filosofía de “economía circular”, así como “recuperar residuos orgánicos, ayudar a la industria en la recolección y transformarlos en fertilizantes” para producir “alimentos sanos y de calidad”.
Melissari detalló algunas de las características del proyecto seleccionado en el marco de Semilla ANDE.
En primer lugar destacó que todo el desperdicio de estiércol de animal y toda sobra orgánica vegetal se puede compostar. Pero debe recibir un tratamiento adecuado porque, por ejemplo, “si echás el estiércol a las plantas así nomás, las quemás”. Y explicó que “el estiércol fresco tiene amoníaco y si lo echás a la planta, quemás la raíz. Además tiene patógenos, es decir, la caca tiene bacterias así que para poder distribuir la tierra en los campos, manejarla o registrarla y venderla, tiene que estar libre de salmonella y una cantidad de cosas que iremos definiendo a través de ensayos”.
Wirapitá Tech tiene previsto trabajar con material que aportará un establecimiento fasonero de Canelones, cuyo emprendimiento produce un excedente de cama de pollo de 6000 metros cúbicos al año. Hasta el momento han avanzado en las negociaciones para desarrollar, en una zona adyacente al establecimiento avícola, una planta piloto de compostaje donde procesarán diez toneladas por día, cifra que irá aumentando con el correr de los meses.
Además, llevarán adelante análisis y estudios en un predio de investigación, ubicado en Rocha sobre la Ruta 109.
“Nuestra ambición es generar la tecnología del compostaje. No queremos ser los productores del compost, sino que lo que queremos es acercarnos a tu planta chacinadora, y te ayudamos a poner una planta compostadora”, resumió Melissari.
El objetivo final es llegar a un proceso optimizado y desarrollar un proyecto de viabilidad, donde se incluya trabajo de laboratorio y análisis comercial para la futura venta del producto.
Mientras tanto conectarán con posibles productores interesados en crear una planta en su establecimiento, ya que anualmente los fasoneros deben limpiar la cama de pollo generada en los galpones y deshacerse de ella sin descuidar la calidad de sus cultivos.
Además de avanzar en las negociaciones para establecer la planta piloto de compostaje, el equipo de trabajo ya comenzó conversaciones con distribuidores de enmienda orgánica y han iniciado trámites para el registro de los productos ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Melissari destacó que gracias a este proyecto, a todo lo que han estudiado del tema y a los contactos generados, actualmente integran la mesa de trabajo sobre disposición de residuos avícolas formada por el Ministerio de Ambiente y MGAP.
Conocidos de la casa
La Fundación Julio Ricaldoni (FJR) es la Institución Patrocinadora de Wirapitá Tech. En esta oportunidad no se está acompañando a emprendedores en las fases iniciales del proceso emprendedor, como suele hacerse, sino que se trata de un equipo de trabajo ya consolidado y con antecedentes en el rubro emprendedor.
“Desde la FJR nos motiva mucho seguir trabajando en el crecimiento de emprendedores innovadores que además sean investigadores y científicos de nuestra Universidad. Tal es el caso de Melisari, que está en una nueva etapa, con un nuevo proyecto y con un nuevo equipo, ¡con el que se complementa a la perfección!”, señaló Andrea Solari, Encagada de Operaciones de la FJR.
Además, se refirió a la importancia de apoyar proyectos que “buscan generar un impacto tanto a nivel social como ambiental, conformados por equipos comprometidos y motivados”. “¡Éstos son los emprendedores que queremos acompañar y potenciar!” concluyó.
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