Un proceso emocionante

MecaArm:bit del liceo AUIC de Rosario (Colonia) obtuvo el reconocimiento Fundación Ricaldoni en la 38° edición de la Feria Nacional de Clubes de ciencia.

Club de Ciencia MecaArm ganó premio Fundacion Ricaldoni El Club, que está integrado por Nicolás Deleón y Matías Ricca de tercer año de Bachillerato - opción Ingeniería, y los orientadores Anna Sandra Alpuín y Pablo Godoy, expuso un brazo mecánico entrenado con inteligencia artificial en base microbit para clasificar residuos.

Fundación Ricaldoni entrega su reconocimiento en la categoría Chajá Tecnológica, integrada por estudiantes de Educación Secundaria y Técnico Profesional (UTU) y de los tres años de Bachillerato.

El reconocimiento otorgado al Club MecaArm:bit consiste en cupos para participar de talleres de capacidades emprendedoras que sean organizados por FJR en 2025, así como también en el nexo con distintos grupos de investigación de Facultad de Ingeniería que sean de interés para seguir desarrollando la investigación del Club de Ciencia. 

En esta edición participaron de esta categoría 17 Clubes de Ciencia de las siguientes localidades: Soca, Melo, Rosario, Durazno, Ismael Cortinas, Capilla del Sauce, Pirarajá, Punta del Este, Montevideo, Paysandú, Fray Bentos, Rocha, Minas de Corrales, Salto, San José de Mayo, Mercedes y Tacuarembó.

Además del reconocimiento de Fundación Ricaldoni, este Club de Ciencias obtuvo tres menciones (sobre un máximo de 4) en la Feria Nacional realizada del 14 al 16 de noviembre 2024 en el Argentino Hotel de Piriápolis (Maldonado). La actividad fue organizada por el Programa de Cultura Científica del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP)..

 

Alejandro Landoni y Martina Díaz evalúan al Club de Ciencia MecaArm en la Feria Nacional 2024Aprendimos desde cero

El proyecto de fabricar un brazo robótico comenzó para cumplir con la entrega anual de la materia Estudios Económicos y Sociales. “La profesora nos motivó a que lo presentáramos en alguna otra instancia”, explicaron.

Empezaron con la idea de hacer un dron para brindar servicios de delivery o trasladar insumos médicos pero desecharon la idea porque se propusieron presentarse a la Olimpíada Robótica de Ceibal, y el dron no cumplía los requisitos.

En el marco de las inundaciones que afectaban la zona, las que habían llenado de residuos al arroyo Colla que bordea Rosario, el 28 de abril 2024 decidieron desarrollar un robot que pudiera distinguir distintos tipos de residuos y clasificarlos autónomamente mediante un brazo robótico, al cual le sumarían una cinta transportadora para que los residuos pudieran llegar hasta el brazo para ser clasificados.

Los estudiantes se propusieron “utilizar la tecnología para abordar el problema de la falta de contenedores de reciclaje y la necesidad de una clasificación más eficiente y rápida facilitando la ampliación de las zonas donde ejercen las plantas de residuos de la ciudad de Rosario y alrededores”.

De esta manera, buscaron dar respuesta a una problemática local y que los involucra ya que Nicolás vive en Rosario, en tanto que Matías vive en Paraje Manantiales, una localidad próxima a ruta 54, a unos 30 kilómetros del liceo. “Literalmente vivo en medio del campo”, aclara Matías. 

Los estudiantes no tenían conocimientos previos que los ayudaran a fabricar el robot.

“Aprendimos todo desde cero. No sabíamos ni de robótica ni de informática. A programar aprendimos en forma autodidacta”, señalan. De hecho, explica Nicolás, “queríamos saber hasta dónde éramos capaces de llegar sin tener los conocimientos de un ingeniero”, recordó.

Brazo Robot Premio 2024 Chaja TecnológicoDesde abril hasta fines de agosto, los estudiantes diseñaron y rediseñaron varias versiones del brazo robótico, modificando su apoyo y su agarre. Probaron con distintos materiales, largo de piezas, contrapesos, lugar donde colocar las placas Micro bit, posición de la garra, mecanismos de abrir y cerrarla, etc. En el proceso incorporaron y experimentaron mejoras a través de baterías, gomas, ruedas y engranajes.

“Hacer funcionar el brazo y encontrar la estructura ideal en base a los motores disponibles fue la parte más difícil del proceso. Hicimos unos doce diseños para llegar al que presentamos en la Feria Nacional. Lo logramos en base a prueba y error”, recuerdan los estudiantes.

Paralelamente el 25 de julio comenzaron a entrenar a la inteligencia artificial mediante fotos para que pudiera reconocer y clasificar los objetos. Al día siguiente realizaron el primer entrenamiento de la inteligencia artificial logrando una recolección de aproximadamente 350 imágenes, entre la lata de pruebas, objetos reciclables sin especificar y no reciclables.

La primera prueba exitosa de la integración de la inteligencia artificial al brazo, fue el 27 de julio. Ese día lograron el reconocimiento autónomo de los objetos para que el brazo los levante, desplace y lo coloque en una ubicación previamente designada.

Desde allí hasta el 4 de setiembre, día en que se presentaron a la Feria Departamental de Colonia, los estudiantes siguieron experimentando con el brazo, además de diseñar el logo y las remeras del Club de Ciencia, el poster para presentar en la feria y la fabricación de llaveros para regalarle a los visitantes. También concedieron una entrevista al equipo de Comunicación del MEC para promocionar su desarrollo.

Los estudiantes consideraron que participar en la Feria Nacional realizada en noviembre en Piriápolis, “fue una experiencia inolvidable”. “Recibir menciones por nuestro trabajo significó un reconocimiento al esfuerzo y a la dedicación que pusimos en nuestro proyecto”.

“Nos sentimos orgullosos y agradecidos por el premio otorgado por la Fundación Ricaldoni, el que nos brinda la oportunidad de participar en actividades organizadas por la Fundación y nos conecta con laboratorios de la Facultad de Ingeniería, lo que nos permitirá continuar desarrollando y mejorando nuestro proyecto”, señalaron.

 

Premio 2024 Chaja Tecnologico FJR Feria Clubes de CienciaVerlos crecer fue un proceso emocionante

Los orientadores Anna Sandra Alpuín y Pablo Godoy señalaron que en este proceso, los estudiantes “aprendieron de todo: sobre transmisiones mecánicas, torque, fuerza, electrónica y sobre muchos otros asuntos. Por otra parte, la relación de trabajo docente – alumno se ve mucho más enriquecida, es más fluida”.

“Los clubes de ciencia nos permiten conocer a los alumnos desde otras perspectivas, cómo evolucionan día a día. Los vemos de forma global, no solo lo que uno ve cuando da una asignatura. En el caso de Matías y Nicolás, me llamó la atención como fueron enriqueciendo su vocabulario, cómo crecieron desde lo personal. Hay un abismo de diferencia desde el momento en que empezaron hasta hoy en cómo hablan, cómo se paran ante los diferentes públicos, cómo explican lo que desarrollaron en función de quién les pregunta. No hubo necesidad de decirles que a los niños hay que explicarles más aterrizado, ellos lo hicieron solos, lo aprendieron autónomamente. Verlos crecer fue un proceso muy emocionante”, señaló la orientadora.

Anna recordó que los muchachos empezaron a desarrollar el proyecto “casi que de casualidad” pero después “se metieron tanto” que lograron generar “un espacio de aprendizaje super-acompañado y cálido, un espacio que disfrutan porque ahora, por ejemplo, hace tres días que no tienen clases pero se la han pasado metidos en el liceo trabajando en el proyecto… (se ríe)”.

“La participación en la Feria Nacional de Clubes de Ciencia es una experiencia profundamente enriquecedora y motivadora, tanto para los estudiantes como para los docentes”, señaló Pablo.

Tanto para él como para Anna  esta fue su primera experiencia como orientadores de clubes de ciencias. “Fue una experiencia preciosa que empezamos un poco a las apuradas”, indicó Anna, “y que nos impulsa a crear un taller de robótica en el liceo para contar con más materiales y que otros alumnos también puedan realizar estos procesos”, concluyó.

 

Aquí podés conocer a algunos Clubes que fueron reconocidos por Fundación Ricaldoni en años anteriores:

2023 – Club de Ciencia Construcción de la Escuela Técnica Superior de Tacuarembó integrado por Lautaro Correa y Henry González. Orientador: Edgardo Velazco

2022 - Club de Ciencia Robotix integrado por estudiantes de la Escuela Técnica Superior Blanes Viale de Mercedes (Soriano)

2020 - Club de Ciencia Arachis de la Escuela Técnica Superior de Paysandú (UTU) integrado por Maximiliano Elhordoy, Facundo Acosta, Facundo Corts, Rodrigo Rodríguez y Kevin Silva.

Aquí podés obtener más info sobre la 38 edición de la Feria Nacional de Clubes de Ciencia.

 


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