Oportunidad de compartir

Fundación Ricaldoni promovió un encuentro entre escolares que desarrollaron un sistema de riego automático para la huerta escolar y un emprendedor que desarrolla ese tipo de soluciones en el mercado.

Los alumnos de cuarto año de la escuela Juan Salvador Gaviota de Ciudad de la Costa esperaban ansiosos a Nicolás Menoni, quien junto a José Pedro Campot forma parte del equipo emprendedor que creó Wisflow, el sistema de riego automatizado e inalámbrico apoyado por Fundación Ricaldoni.

Siete niñas y ocho niños estaban sentados en círculo en torno a la maqueta que desarrollaron en el marco de un proyecto escolar que tuvo como objetivo implementar una solución para regar la huerta del Colegio durante el mes de enero, cuando el local está cerrado por las vacaciones.

"En enero no hay nadie en la escuela y se nos secan las plantas, así que entre todos fuimos pensando ideas para desarrollar un prototipo que nos riegue las plantas en verano en forma automática, sin que nadie tenga que venir a regar", explicaron los niños del grupo. "Pensamos en usar una placa microbit y un medidor de humedad que abre la canilla si está seco pero la deja cerrada si está húmedo".

Algunos de los problemas que tuvieron que resolver fue de dónde sacar el agua para regar sin usar agua potable de OSE y cómo darle energía al prototipo durante todo el mes. Para juntar agua, primero se les ocurrió poner un gran embudo para recolectar agua de lluvia pero después de pensar varias posibilidades, decidieron usar un techo inclinado para recolectarla y almacenarla en un tanque. Para solucionar el abastecimiento de energía para el prototipo, incorporaron un panel solar.

En la clase de matemática, aprendieron a medir las distancias desde el techo a la huerta, a calcular cuántos materiales necesitarían y también averiguaron sus precios en varios comercios. "En la clase de Arte hicimos la maqueta y en Robótica programamos la placa y armamos el prototipo", explicaron.

Levantando la mano para pedir la palabra y esperando pacientemente sus turnos, los escolares consultaron a Nicolás Menoni con variadas preguntas como por ejemplo, cómo surgió la idea y cuánto tiempo transcurrió hasta que se concretó, cómo se eligió el nombre Wisflow, quién arma las cajitas de los controladores de las canillas, dónde se compran las piezas y por qué un panel solar produce energía eléctrica.

"Cuando sean más grandes van a tener que elegir de qué quieren trabajar", les comentó Nicolás. "Desde chico me gustaba jugar con cables y desarmar cosas. La mayoría no era capaz de volver a armarlas (risas). En el liceo me gustó mucho la física y la electrónica, así que después me anoté en la Facultad de Ingeniería donde me recibí de Ingeniero Eléctrico. Es difícil saber de qué queremos trabajar pero lo importante es hacer lo que les guste porque eso es lo que los va a motivar todos los días a aprender y a ir a trabajar".

Descubrir en conjunto

El profesor de Robótica, Martín Leis (Tincho), resaltó el carácter interdisciplinario del proyecto realizado. "Fue un proceso muy enriquecedor que comenzó con un desafío real planteado por chicos de cuarto año de escuela que tienen entre 9 y 10 años. Pudimos recorrer todo el camino, sacarnos todas las dudas e ir descubriendo cosas en conjunto porque los adultos tampoco teníamos las soluciones. Fueron investigando y, a base de prueba y error, las soluciones fueron apareciendo".

El profesor destacó que durante el proceso, los adultos se limitaron a mostrar el problema, una y otra vez, sin dar caminos de solución. “Este es el problema, ¿cómo lo solucionamos?".

Por su parte, la maestra y directora del colegio, Estela Lanzaro, explicó que la institución aplica una estrategia didáctica de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y, desde hace tres años, le están dando mucho énfasis al pensamiento científico. "Los profesores están atentos cuando se abren estos caminos en base a inquietudes y preguntas. Nuestro objetivo es que la ciencia esté en la escuela", indicó.

La directora valoró el proceso de aprendizaje de los chicos y reconoció que también la dejaron sorprendida por los resultados alcanzados. “Esto se logró: ellos pudieron hacerse preguntas, se cuestionaron todo el tiempo, fueron capaces de dar marcha atrás y volver a empezar sin importar si se equivocaron. Ese era el objetivo. Buscamos que sean lo más autónomos posible, que sean creativos a la hora de hacerse preguntas y no frustrarse. No importa si me equivoqué porque puedo empezar de vuelta para tratar de llegar al producto final. Y llegaron”.

Por su parte, la  psicóloga y coordinadora de primaria Flavia Torre señaló que está “contentísima” con el proceso de aprendizaje de los alumnos a los que acompañó desde lo emocional.

Destacó la motivación con la que los chicos llevaron adelante el proyecto al que valoró como “emocionante”. “La clave es confiar en ellos. Depositarles la seguridad de que pueden lograr lo que se propongan. Los adultos somos guías que los observamos e impulsamos, no estamos diciéndoles lo que tienen que hacer ni determinando cómo son las cosas. Potenciar las emociones trae aparejado el desarrollo cognitivo y académico. Si nos aseguramos que las emociones están bien, todo lo otro llega solo”.

Agregó que en los trabajos en grupo hay que tomar en cuenta que “cada uno es diferente y contemplar lo que cada uno necesita. Algunos se copan más hablando, otros escuchando, algunos son más pasivos pero es importante que sepan que cada uno tiene un lugar”, indicó. 

Con respecto al encuentro con el emprendedor de Wisflow y FJR, la psicóloga señaló que es "muy valioso contar con el apoyo de organizaciones externas para que conozcan el proyecto y permitirles a los chicos crecer viendo que hay otras personas que investigan y que desarrollan cosas, como bien lo podrán hacer ellos cuando crezcan".

La ejecutiva de Emprendimientos de Fundación Ricaldoni y promotora de la iniciativa, Silvana Nallem, señaló que el encuentro fue "muy lindo y enriquecedor". "Las preguntas de los niños y las niñas fueron realmente increíbles. Se notaba el interés, el involucramiento, las ganas reales de saber y de disfrutar de esta actividad", comentó con entusiasmo.

También felicitó a Nicolás porque "fue muy didáctico en las explicaciones y entre preguntas y respuestas, se hizo muy fluido el intercambio entre todos y todas".

Tanto desde el Colegio como desde FJR se manifestó la posibilidad de generar otros encuentros entre escolares y emprendedores para 2025.

Aquí podés saber más sobre Wisflow.

Aquí podés conocer más sobre el apoyo que FJR brinda a emprendedores.

Las fotos de los niños fueron tomadas del video Proyecto anual de huerta: sistema automatizado y son gentileza del Colegio Juan Salvador Gaviota.