Dos estudiantes de Ingeniería en Computación becados por un año
Noelia Cabrera y Ramiro Bentancor recibieron la beca del Programa de Startups en Tecnología para el Apoyo en la Formación en Ingeniería en Computación, otorgada por cuatro empresas y gestionada por la Fundación Julio Ricaldoni (FJR).
“Todavía no caigo”; “Todavía no caigo”, repetían una y otra vez ambos estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Fing-Udelar).
Noelia (de 26 años) contó que leyó varias veces el mail donde se le comunicaba que había sido seleccionada por el comité evaluador de la beca, el cual estaba conformado por representantes de la FJR, la Fing y de las cuatro empresas que impulsaron la iniciativa: Tryolabs, Moove-it, CodigoDelSur y Digital Forces.
La beca es de 6000 dólares no reembolsables a ser pagados en 12 meses (500 dólares al mes) y una computadora portátil para cada estudiante. Además, contarán con el apoyo técnico de los equipos de las empresas patrocinantes y tendrán la posibilidad de participar de los eventos internos de formación que lleven adelante las startups durante el período en el que recibirán el subsidio.
Durante la entrega de la beca, realizada el miércoles 24 de octubre en la Sala del Consejo de la Fing, Noelia y Ramiro manifestaron su agradecimiento y explicaron cómo aprovecharán el beneficio. Ramiro (de 18 años) destacó la posibilidad que tendrán de generar vínculos con los profesionales que forman parte de las empresas promotoras. “Tener una persona que te aconseja para mí tiene muchísimo valor”, señaló luego de contar que es oriundo del departamento de Florida y que mudarse a Montevideo “a veces es un poco duro”.
Por su parte, Noelia remarcó que podrá seguir estudiando. Es que ella es docente de matemáticas egresada del Instituto de Profesores Artigas y ahora va por más. “Sabía que quería seguir estudiando cosas, que quería seguir aprendiendo más, y averigüé en Facultad y pude ingresar (…) Nunca pensé que iba a tener la posibilidad de esta beca. La idea es aprovecharla para poder trabajar muchas menos horas”, explicó.
Inversión a futuro
Durante la entrega del subsidio, María Simon, decana de Fing y presidente de la FJR, señaló que la beca tiene una historia “corta e interesante”. La primera que se dio fue a iniciativa de la familia de una de las primeras mujeres ingenieras de la facultad, Martha Peluffo de Jauge. “Su familia decidió homenajear su memoria con algo que mirara para adelante y decidieron dar una beca”, resumió Simon.
Al año siguiente, en 2016, con aporte de UTE se entregó la segunda beca Martha Peluffo. En ambos casos el subsidio estuvo destinado a estudiantes mujeres que se encontraban sobre el final de la carrera.
En 2017 la empresa Tryolabs financió una nueva beca dirigida específicamente a estudiantes de los primeros años de Ingeniería en Computación. Este año se sumaron tres empresas (Moove-it, CodigoDelSur y Digital Forces) y se incrementó a dos el número de beneficiados.
La Decana agradeció la iniciativa a las empresas señalando que este tipo de inversiones es de “las mejores” que se pueden hacer “porque están generando personas mejor capacitadas, un efecto de demostración -que no es menor- para otras empresas del ramo y un implicarse en la educación que es fundamental”.
Por su parte, Gustavo Guimerans, integrante del Comité Evaluador por la FJR, y Martín Alcalá, representante de las empresas impulsoras, reflexionaron sobre la importancia de involucrarse en la formación de los estudiantes y de impulsar cada vez más este tipo de inversiones por parte de las empresas.
“Es mucho más que una donación de capital. Es una muestra de apoyo, es una celebración del trabajo entre el sector privado y el sector público; y también es una manera de devolver con mucho cariño y agradecimiento lo que esta Universidad ha dado por nosotros”, resumió Alcalá.
El director ejecutivo de Tryolabs reparó en el orgullo que debemos tener los uruguayos por contar con una “universidad que es de primerísimo nivel”. “Eso lo decimos con mucha propiedad porque todas las empresas que venimos acá trabajamos vendiendo software al exterior y una de las primeras preguntas que nos hicimos fue: `¿será que nuestros nivel es lo suficientemente bueno?´ Y a juzgar por los resultados es excelentísimo, y eso es un gran mérito de la Universidad”, añadió Alcalá.