Rescatar a la abuela y traerla al siglo XXI

El emprendimiento Indubots, apoyado por Fundación Ricaldoni, se instaló en la incubadora Ingenio.

Los emprendedores buscan desarrollar su estructura comercial y concretar ventas. Apuestan a las mipymes nacionales, al tiempo que también realizan gestiones con un distribuidor para toda América Latina. 

 Indubots - Tecnología para todos, el emprendimiento desarrollado por los asesores industriales Ernesto Rodríguez y Carmelo Di Stasio, apuesta a generar soluciones de robótica y automatización que se ajusten en precio y en utilidad a las Mipymes.

Las micro empresas tienen hasta cuatro empleados, las pequeñas empresas tienen entre 5 y 19 empleados, en tanto que las medianas empresas tienen entre 20 y 99 empleados. Además del personal ocupado, para la categorización se toma en cuenta que la empresa no supere determinados montos en su facturación anual.

Según el Monitor Mipymes de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), en 2021 había 197.130 Mipymes activas en Uruguay, lo que representó el 99.57% de las empresas activas registradas. El informe sostiene que estas Mipymes tenían contratado al 64,89% del personal ocupado del país.

“Nuestra visión es que un emprendedor que está empezando a trabajar, que quiera empezar a vender sus productos, nos elija”, explicó Di Stasio y puso el ejemplo de un emprendimiento que elabora aceites esenciales y quiere envasarlos.

“Una envasadora típica, por ejemplo, rellena 100.000 envases por día. Es demasiado volumen para una micro empresa que solo precisa rellenar algunos cientos de frascos por semana. Entonces, ¿qué pasa? Se rellena a mano. Si el volumen crece, llega un momento en que el pequeño empresario le manda a envasar e incluso a fabricar sus productos a una planta grande. Pero esto tiene problemas porque le estás enseñando a otro a hacer lo que fabricás vos, y ¿qué evita que esa empresa grande empiece a fabricar por vos, que te imiten lo que vos creaste?”

"En Indubots trabajamos para que estos emprendedores pequeños accedan a nuestros equipos para llevar a cabo las manufacturas, porque el que fabrica a mano en su casa tiene un escalón para llegar a su primera planta. Nosotros queremos dejar de lado la primera planta, quitar ese primer escalón, ese obtáculo, y poner en las manos del emprendedor la capacidad de fabricar en pequeñas instalaciones o en su propia casa. Queremos ayudarlo a empezar”, explicó Di Stasio.

“Así como comprás tu monitor y tu impresora para montar tu propia oficina, nosotros apostamos a que el pequeño empresario compre nuestro dosificador, nuestro etiquetador, para poder fabricar en su lugar de trabajo. Buscamos que nuestros productos permitan fabricar algo en tu escritorio, que nuestros automatismo lo ayuden en las distintas tareas de manufactura. Consideramos que esto tiene un potencial tremendo. Empezamos con un equipo concreto pero nuestra intencion es generar un abanico a través de equipos modulares. Apostamos a la flexibilidad: no solo que nuestro producto sea adaptable para producirlo sino también para el pequeño empresario que lo compra”.

En el caso de la envasadora, InduBots tiene desarrollado un equipo para rellenar frascos en laboratorios, como si fuera una pipeta automática, al cual se le puede agregar un módulo para etiquetar los frascos y otro para meterlos en cajas.

A los sistemas de automatización tradicionales, InduBots puede complementarlos con otras tecnologías disponibles en el mercado, por ejemplo, adquisición de datos y cómputos en la nube, reconocimiento de imágenes e inteligencia artificial, entre otras capacidades. “Todo a escala de una Mipyme”, destacó Rodríguez, “porque estas soluciones ya existen para empresas grandes pero no a un costo que una Mipyme pueda pagar”.

“También queremos separarnos de la idea de que todo es software, porque no todo se arregla con un programa. Cuando le ponés mermelada a la galletita, no hay un software que lo haga. La tenés que hacer con trabajo manual, como la hacían nuestras abuelas. Ese es el valor: rescatar a la abuela y traerla al siglo XXI. Lo que vale es lo que hace la abuela, no como lo hace ni en qué frasco lo pone. Nuestro compromiso es hacer un desarrollo nacional que se adapte a lo que los emprendedores saben hacer. Este es nuestro camino”, remató Di Stasio.

Los apoyos recibidos

En la entrevista, Di Stasio resaltó “el apoyo continuo del equipo de Fundación Ricaldoni y de Incubaelectro” para realizar la primera validación comercial. “Sin esta validación nos hubiera resultado imposible llegar a esta instancia de incubación”.

Con respecto a la Incubadora, señaló que “Ingenio es un excelente lugar para crecer en todo sentido. No solo permite contar con un espacio para operar e intercambiar ideas con otros emprendedores, sino que su equipo de asesores y expertos brinda a nuestro emprendimiento el conocimiento y la experticia requerida para convertir nuestra startup en una empresa consolidada”.

¿Qué apoyos brinda FJR a emprendimientos de base científico-tecnológica?